miércoles, 6 de enero de 2010

Mr Makers is not dead

A quien le importa, lo que yo haga...

Mi sueño se prolongó por casi un año. Como la vieja historia norteamericana del hombre que se acostó a la sombra de un manzano y despertó cien años después, mi caso no había llegado a tanto tiempo pero la prudencia me obligó a guardar silencio durante un tiempo prudencial.
Ya me había mimetizado en las costumbres de la gente de esta ciudad. Tomaba mate con el quioskero de mitad de cuadra del Hotel Mercedes. Compraba de vez en cuando alguna revista o periódico morteamericano, aunque la información de lo que pasa en el norte aparece en todos los medios de la Argentina. Nos tienen muy encuento estos ñatos. - palabra que se me pegó en una tanguería donde intenté aprender a bailar tango -.
La cosa era que durante un año, casi, no había dado señales de vida a nadie que conociera mi pasado como broker de una compañía americana de inversiones de riesgo en países emergentes.
Los celulares los había desconectado y quitado el chip. Mi identidad se resguardaba bajo el seudónimo de Jorge. Las mozas del bar del hotel me conocían como jorgito, lo mismo que las chicas de la vuate que trabajan en el quinto.
Mi vida transcurría pasiblemente, gastando los dólares que había guardado en el forro del pantalón y esperando el momento para comenzar a accionar sobre los depósitos que había efectuado en una financiera de las islas Caimann.
Pero la curiosidad pudo con mi prudencia y una noche activé uno de los celulares. La casilla de mensajes marcaba cerca de cien llamados y cuarenta mensajes. Solo atiné a abrir el último de los mensajes. Decía : "ya te vamos a encontrar."
Bastó esa advertencia para apagar el aparato y desconectarlo. Habré hecho bien?

martes, 17 de febrero de 2009

experience

Jimy Hendrix no está muerto

El tiempo voló en ese viaje a Mercedes. La experiencia de viajar en un taxi desde Capital Federal a Mercedes, a cien kilómetros de distancia, me había puesto la cabeza en un estado alfa.
El taxista me dejó en las puertas del Hotel Mercedes, un edificio mediano de unos cinco pisos, y me orientó escuetamente sobre la ciudad:
- Bueno mister. Lo dejo acá. Este es el hotel de la ciudad.
- Gracias.
- Creo que si sigue por esta avenida se va a encontrar con el centro de la ciudad.
- Ok.
- Suerte.
- Thank you.

El portal de entrada al hotel era un vidrio y la sala de recepción bastante sobria. Me registré bajo el nombre de Jimy Hendrix. El concerje anotó sin chistar el nombre y me dió las llaves de la habitación. Estaba en el tercer piso con vista a la ciudad. Daba justo sobre el interior de la manzana y el horizonte lo dominaba la vista de las casas bajas y algunos edificios de Mercedes.
Me acomodé en la cama y me dormí profundamente.

El teléfono sonó y me levanté sobresaltado. ¿Dónde estaba?
Tardé unos cinco minutos en reaccionar y recordar que me había fugado de Buenos Aires. Que el servicio de inteligencia norteamericano me estaba buscando, o eso creía. Que mi antiguo jefe Gross me estaba persiguiendo desde su bunker de New York y que tenía una suma considerable en la cuenta de un banco, producto de un "vuelto" que había omitido registrar en los libros de contabilidad de la empresa en que trabajaba.
Ahora estaba nuevamente en situación. Pero... por qué Mercedes?
Creo que fue el destino. El azar.
Lo mismo daba Mercedes que La Quiaca o Villa Ortuzar. No sé. La moneda gira en el aire sin sentido y cae sobre la mano con un cincuenta por ciento de probabilidad de que sea cara o ceca. Lo mismo daba: Cara o Ceca. Ambas eran las caras de una misma moneda, como Mercedes. La suerte comenzaba a mostras su cara más dura. El azar comenzaba a jugar en contra. Todo parecía complicarse. Pero no está muerte quien pelea.
¿Quién lo sabe? Quizás desde esta ciudad de la pampa argentina, podría llegar bastante lejos. Eso, estaba por verse.

martes, 9 de diciembre de 2008

In God we trust

Territorio de la Virgen

Pasamos el peaje cerca de un Zoo y el taxi tomó un desvío cerca de Lujan. Como salíamos de la autopista le pregunté al taxista hacia donde nos dirigíamos. No podía utilizar mi GPS, tenía la sospecha de que si lo usaba mi posición para los de la CIA iba a ser fácil de localizar.
-Esta es la conexión a la ruta 5. La que lo lleva a MErcedes.
-Cómo no llega la autipista hasta Mercedes?
- Ojalá, mister. HAce como diez años que están construyendo esa bendita autopista. Más de cien muertes hay desde que comenzaron las obras y todavía no han acabado con el cincuenta por ciento de la obra.
-Pero el gobierno no accionó sobre las empresas constructoras?
-El gobierno? Si mira bien, en alguna parte de la ruta va aver un cartel de Presidencia que anuncia el monto de la obra. La firma es de De La Rua. Sabe cuánto hace que es tipo no está en la CAsa Rosada?
-El que se fue en helicoptero?
-El mismo.
-Pero cómo no hubo sanciones? Quite de subsidios? ALgo?
-Es que aparentemente llamarona a una nueva licitación pero la nueva empresa oferente es la misma que había iniciado las obras. Con otro nombre, vió?
-Están avivados los empresario argentinos. Eh?
-Los empresarios, los funcionarios, todos.
-Y no hay ninguna institución que controle esto?
-Si que la hay. Pero está tan cuestionada como los mismos emrpesarios.
-Están a la buena de Dios.
-Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires, mister. Eso sí, tiene una sucursal acá cerquita. En Luján.
-En Luján? Qué hay aquí?
-El santuario de la Virgen de Lujan, mister.
-Una virgen!
-Si y toda la curia.
-Entonces hay una institución que puede mediar en esta situación de la autopista.
- Yo no esperaría mucho de ellos.
-Pero, las muertes, los accidentes?
-Quedan en el olvido. Lo máximo que consiguieron fue la habilitación de un puente en Flandria.
-My God!

Pasamos por Flandria y la autopista apareció como por arte de magia. Hasta los peajes. Qué negocio redonde este de los peajes. En Estados Unidos podríamos aprender un poco de estos sudacas. Lo que pasa que el norteamericano medio, vigila tanto su bolsillo que la mínima intromisión en su economía sería el fin del caulquier gobierno. Qué será de OBama?
Seguramente nos recomendaremos a nuestra máxima: "En Dios confiamos".
Amen.

martes, 2 de diciembre de 2008

Sex, Drugs and Rock and Roll

En la ruta

EL taxista iba escuchando una radio muy estridente. Tanto vociferaba el speacker que no pude abstraerme de los comentarios que gritaba.
- ... en estas horas el fiscal de causa por la muerte de los tres secuestrados por la efedrina.
- Mario, Mario. Podés decirnos que donde está la viuda de Sforza en estos momentos?
- Si. Está saliendo de la fiscalía de Mercedes. La prensa está haciendo guardia desde hace unas tres horas. La indagatoria de la fiscal duró unos cuarenta minutos ...
- Mario, Mario. Podés acercarnos el testimonio de la viuda ...
-Ok.
Ruido
- ... eso es lo que le dije a la fiscal.
- La señora está muy shockeada. Podríamos dejarla un poco tranquila muchachos. Gracias por acompañarnos.
- Señora! Señora!
-Quisieramos hacerles una preguntas...
- El abogado de la señora nos está corriendo del lugar...
- Mario, Mario! Nos escuchás Mario?

El taxista bajó el volumen y para romper un poco la monotonía del viaje quise entablar una conversación con el hombre.

- Disculpe mi ignorancia. Pero qué estaba sucediendo?
- Eso? Es por los tres muertos que encontraron acá, en Rodriguez. Justamente por aquél camino.
La autopista pasó por un puente y sobre elcostado izquierdo se veía una mole blanca y un playón repleto de camiones cisternas.
- Acá cerca. Tan cerca de la Serenísima.
- La Serenísima? Qué es La Serenísima?
- "La Verdad Láctea". Ja,ja,ja...
-La verdad láctea? No entiendo.
- Es una broma, mister. Una lechería. Ja,ja,ja...
-Sigo sin entender.
-No importa. Estos fueron asesinados por un negocio más grande que la leche. Por la efedrina.
- una sustancia prohibída en los Estados unidos.
-Si. Y en México también. Parece que los tipos traficaban efedrina con los carteles de la droga de México. Hasta seis mil dólares el kilo. Sábe cuanta guita es eso?
- Que si no lo se? No...
- Calcule que dicen que es traficaron unos ocho mil kilos... unos cinco millones de dólares!
- Es mucha plata eso.
- Si y comentan que los tipos fueron entregados por una mina que salía con uno de ellos.
-Una entregadora?
- Parece que era una de las amantes. En estas cosas siempre se mezcla sexo y drogas.
- Si. Sexo, drogas y rock and roll.
- Eso último parece que no hubo.
-No importa. Pero se sabe quién los asesinó?
- Estan averiguando. La justicia es muy lenta en este país.
- Bueno es saberlo.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Go to Hell

El infierno tan temido


Mi presencia en los andenes de la estación Once era tan contrastante como una mosca en un vaso de leche. Los transeúntes me miraban y segrían su camino. Comencé a ponerme paranoico y decidí tomarme un remis en vez de viajar en tren.
En plena plaza Miserere había una infinidad de taxis parados y algunos coches particulares que tenían en sus parabrisas carteles escritos a mano que ofertaban un pasaje hacia varias ciudades del interior.
Mi ignorancia en esta materia y con el temor de ser engañado nuevamente, levanté la mano en plena Rivadavia y tomé un taxi.
-Hacia Mercedes.
- Cómo dice?
-Mercedes, Buenos Aires.
-Pero eso queda bastante lejos señor.
-No me importa, pago el viaje sin ningún problema. Mire - le mostré un billete de cien pesos-.
-Muy bien señor. Bajo la banderita y comenzamos el viaje.
-Ok.

El taxi tomó por Rivadavia y enseguida giró hacia la izquierda. Tomó por una calle angosta y retomó por la avenida Jujuy.

-Oiga. Dije hacia Mercedes. El oeste. No vamos para el oeste.
-No se preocupe mister. Vamos hacia la subida a la autopista y de ahí derechito a Mercedes.

Tal cual me dijo el taxista a las veinte cuadras estabamos subiendo a una autopista y nos dirigíamos hacia el oeste. Mi GPS me informó al instante de mi posición y marqué la ruta hacia Mercedes. Cien kilómetros. Acceso Oeste: Moreno, General Rodriguez, Luján, Mercedes. Autopista hasta Luján y ruta 5 hasta Mercedes.
Tiempo estimado de viaje: una hora veinte minutos.

Miré el relojito del taxi y marcaba ya los veintitrés pesos con cincuenta.

Mi celular comenzó a sonar. Miré la pantalla y me indicaba número privado.
-Maldita sea- pensé. -Será otra vez el tonto de Michael? O quizás ya la CIA o el FBI rastrearon mi número y me tienen en la mira. Ese maldito Gross no ha perdido ni un minuto y ha movido todos sus contactos.

El taxista miraba por el retrovisor cada tanto. Comencé a desconfiar del hombre y presté atención a los carteles indicadores de la ruta. General Rodriguez: 20 kms. Luján: 52 kms.
Iba por la ruta correcta. Además el GPS no podía estar equivocado.

El celular sonó otra vez. - número privado -.
Decidí atender sin decir palabra.
- ...
- ...
- ...
- Hola, Peter?
-...
-Peter, habla Javier. El de la bolsa de Buenos Aires. Atiende amigo.
-Ah!. Javier, como te va?
-Peter! Qué pasa que no contestas mi llamada.
-Disculpa Javier, es que no aparecía tu número en mi pantalla.
-Es que estoy llamando desde la bolsa de comercio.
- Qué te andas buscando, Javier.
-Nada Peter. Es que estaba mirando la pantalla de la computadora y observé que las acciones de una de tus compañías estaba cayendo estrepitosamente.
-Ah, sí? Cuál Javier?
-Chevrolet.
-Chevrolet? El monstruo automotriz norteamericano?
-Eso mismo pensé yo, Peter. A cuánto estás vendiendo las acciones. Tengo algunos interesados en comprar a buen precio, amigo.
-Oh. Mira, Javier, hace unos días que abandoné mi trabajo. Momentaneamente.
-Dónde estas, amigo?
- En un lugar increíble. De vacaciones.
-Oye Peter. Si tienes tiempo date una vuelta por Argentina. El mercado está bueno por estos pagos.
-Gracias por la data Javier. Nos estamos viendo.
-Adiós.

Corté la comunicación y apagué el celular. JAvier habia logrado impacientarme. Estará trabajando para Gross? Cómo consiguió mi número.
Apagué el GPS también. Recordé una vieja pelicula donde al personaje lo rastreaban por su celular o por un GPS que utilizaba.
Estos aparatos digitales son fantásticos para algunas cosas, pero para otras son un infierno.
Maldita tecnología. Voy a tener que vivir sin ella.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Far West

Buscando mi destino

Pagué la cuenta del Sheraton y tomé un taxi en el acceso al loby. Cuando se para en el semáforo de la avenida, observo que un patrullero y dos atos negros se detienen en la recepción del hotel y bajan tres hombres de negro. Enseguida me dí cuenta que los contactos de Gross seguían muy aceitados a pesar de la democracia.
Le pedí al taxista que me llevara a una estación de trenes. Quería salir de Buenos Aires y meterme en el interior. El taxista me indicó que podía llevarme a Constitución pero no m,e gustó el nombre. Además no quería ir más al sur. Quería irme al Oeste.
- Estación Once.
-Once? Qué es eso?
-Una estación de trenes donde funciona la línea Sarmiento de trenes.
- Y hacia donde van esos trenes?
-Hacia el Oeste.
-OK. Once entonces.

El taxista tomó por Rivadavia y subió varias cuadras. Pasamos por la Casa Rosada, la Plaza de Mayo, El Congreso Nacional y por último Plaza Miserere. El paisaje urbano iba mutándose a medida que avanzabamos. Lo limpio del microcentro se transformó en un enjambre de seres humanos que iban y venían por las veredas atestadas de tiendas y puestos de bebidas y comidas al paso.
Llegamos al acesso a la estació Once y bajé del taxi rápidamente.
-Hey. Tenga cuidado de los carteristas. Son una plaga por acá.
-Carteristas?
- Si. Arrebatadores.
-Arrebatadores. Ok. Cuidado.

El taxi salió por la calle y miré esa mole de chapas y carteles que me indicaban más un mercado persa que una estació terminal de trenes. Entré en el edificio y me acerqué a lo que creí una boletería.
-Si. Quisiera un pasaje hacia el Oeste.
-Hacia el Oeste? Querrá decir hacia Mercedes?
-Si. Mercedes. - Mercedes Benz pensé en ese momento -.
- Bueno. Son dos pesos con noventa y cinco centavos.
-Dos pesos con noventa y cinco centavos.
El boletero me miró estupefacto. Había sacado un billete de cien dólares para pagar el pasaje.

-No tiene más chico, señor?
-No.
-Bueno. Haremos una excepción.
Me devolvió noventa y siete pesos con cinco centavos y gritó - el que sigue -.

No pude reaccionar. La cola presionaba y tuve que salir hacia el pasillo.
Maldita sea. Me habían estafado y no podía hacer nada.
EStaba en el Far West de Argentina.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Sweet home Alabama

Noticias del imperio

El teléfono sonó cortando mi sueño reparador de la noche agitada.
-Yes?
-Hey, Hello Peter!
-Who are you?
-Michael, Peter.
-Michael? cómo diablos diste con mi habitación?
- Hey, uno tiene sus contactos, man!
- Mother Fucker! Qué quieres Michael?
-Nothing Pet. Quería notificarte de las últimas noticias de por aquí.
- What´s happens?
- Look Pet. Gross anda preguntando por tí en todas partes. Hay un par de memos con tu nombre y la agencia de seguridad del Boreau está llevando a cabo una investigación.
-Ah!, nada raro. Cuestiones de rutina. Por esto me llamaste?
-No. Hay más Pet. Algunos gerentes están haciendo conjeturas y cruzando información de tus últimas acciones en la empresa. Estan atando cabos y empiezo a sospechar que me estan observando.
- No. Creo que te estas aprovechando de mi situación y olfateo que se viene una propuesta tuya. No es así Michael?
-Peter! No me conoces friend. Te estoy informando de lo último. Aún no te he contado todo.
- Continúa Michael.
-Ayer entraron algunos tipos nuevos. Intuyo que agentes del FBI. Comenzaron a llevarse tus pertenencias. Algunos contaron que hablaban de ALabama. Te dice algo Alabama?
-No Michael. Cuanto quieres por la información?
-Oye Pet. La cosa está poniendose peligrosa. Necesitaría algunos dolares para calmar mi ansiedad.
-OK. How much?
- 10.000 dls.
-Aparecerán en tu cuenta próximamente.
-Thank you, Peter.
-At all, Michael.

Corté la comunicación y llamé a la conserjería.

-Servicio del hotel.
-Yes. Prepare mi cuenta. En diez minutos dejo el hotel.
- Muy bien señor.

Seguramente el tonto de Michael ha efectuado la llamada desde la empresa y estarán chequeando la información en estos momentos. Debo abandonar el hotel y Buenos Aires de inmediato, en la mayor brevedad y cuidadosamente.
Alabama?
Qué habrán querido decir con Alabama.
Obama ganó las elecciones y no creo que esta Michael haya confundido Alabama con Obama.
Michael es muy impredecible.

martes, 4 de noviembre de 2008

I Love B.A

Sexo, dinero y mentiras


Un hombre me da en la mano un papelito. Lo miré pero el "tipo", como dicen losporteños, soguió su camino. El papelito decía: Traviesas, pornostars, lesbianas. Todo lo que tu imaginación pida, lo encontrás en Peter´s pub.
Curioso modo de publicitar un lugar de citas. En N.Y las prostitutas se paran en las puertas de los cabaret y trabajan con la posible clientela desde la vereda misma.
Mi curiosidad por conocer uno de estos cabaret porteños me hizo caminar hacie el lugar.
Eran cerca de las 20.00 hs y el movimiento en el microcentro había mermado. Los empleados de los bancos y compañías estaban disfrutando del after hours en los "boliches". Los negocios comenzaban a cerrar.
Dos cuadras antes de llegar recordé la advertencia de un viejo compañero de finanzas, Mick. "Cuando vayas a esos lugares en el extranjero, ten cuidado. Somos carne de cañon, fácilmente identificables."
El viejo Mick había trabajado durante años en compañías aseguradoras en el extranjero. Sus recorridas por los bajos lugares eran conocidas por la mayoría de los empleados de Gross. Nunca había dejado de contar alguna de sus salidas con prostitutas: en Brazil, en México, en Bruselas, en Argentina. Mick no alardeaba de su experiencia pero daba buenos consejos a aquellos que lo escuchaban. Cierta vez contó de un problema del que se salvó milagrosamente en un prostíbulo de Managua. El lugar apestaba y los parroquianos lo habían observado entrar con una pequeña. Mick quería un servicio rápido. El calor era sofocante y pagó por una habitación con ventilador y balcón a la calle. A mitad de estar con la puta, golpearon la puerta. Mick preguntó qué quería pero como no contestaban se levantó de la cama e intentó abrir la puerta. Cuando tomó el picaporte, la puerta lo golpeó en la cara. Entraron tres hombres a la pieza y uno portaba un arma. La puta en la cama no dejaba de gritar mientras Mick, sangrando por la naríz, trataba de calmar a los intrusos. Uno de ellos buscó en su ropa. Querían el dinero que suponían que llevaba Mick. Lo golpearon hasta el cansancio y lo dejaron tirado en la calle posterior del lugar. A la media hora recobró el conocimiento y caminó semidesnudo por las calles de Managua hasta dar con un patrullero que lo levó directo a la embaja.
A pesar de eso Mick siguió con sus salidas nocturnas a prostíbulos. EL vicio era más fuerte.

Miré la cuadra donde estaba el prostíbulo y vi que no había movimiento. Esperé un rato mientras pensaba en esta relación "carnal" entre dinero y sexo. Recordé la película "American Psicho" y los asesinatos del personaje, su relación con putas. Me dije: no soy tan valiente ni tan estúpido como para meterme en esa trampa. Mejor pido un servicio en el hotel.

Tomé un taxi y en el hotel le pedí a uno de los conserjes la lista de mujeres. Me acercó un diario Ambito Financiero y me dijo: rubro 59.
La oferta era tentadora. Pedí una colegiala. Me motivan las señoritas vestidas de colegialas.
La noche recién comenzaba. Quién sabe cuándo terminara.

viernes, 24 de octubre de 2008

Join Venture

Corridas


Mi impresión de la ciudad no había variado desde la última vez que visité Buenos Aires. Una inmensa bola de edificios antiguos y construcciones modernas apilados como sopla el viento desde el río. Lo que cláramente se aprecia es una distinción entre el norte y el sur - un paralelismo en escala micro de las diferencias entre los hemisferios -.
Miré por última vez los números de las acciones y caminé hacie el Lloyd más cercano. Lo bueno de la City porteña es que todos los bancos están en cuatro cuadras a la redonda.
En ventanilla presenté mis credenciales y pedía hablar con el gerente de la sucursal.
El empleado me derivó a su jefe de finanzas y éste al mismo gerente.
- Buenos días. En qué podría ayudarlo?
-Yes. Quisiera hacer algunas inversiones através de su banco.
-Usted tiene depósitos en nuestro banco?
-Of course. Mi interés son las acciones de préstamos hipotecarios a dueños de campos.
-Ah. Pero mire que la situación entre los dueños de campo y el gobierno argentino ha sufrido algunos altercados.
-Yes, conozco el tema. Pero de todas maneras quisiera ver su cartera de morosos.
-Disculpe, pero eso es algo que no puedo facilitarle.
-Ah! Claro. Cuenta el Lloyd con una herramienta para adquirir bonos?
-En la bolsa señor.
-. Ok. Thank you.

El gerente no me cayó nada bien. Voy a tener que ir a la bolsa y encontrarme con Javier.
HAcía tiempo que no tenía noticias de Javier. Un corredor de la bolsa que trabajó conmigo en el 2001.

Mis negocios tendrán que esperar un par de días. Quiero pensar cómo voy a abordar a JAvier sin que sospeche mi alejamiento de Gross.
No quisiera que este corredor sospeche la oportunidad de entregarme a mi ex.

En la esquina me choqué con un policía que venía corriendo desde la cuadra anterior. El hombre perseguía a un "Croto" que saltaba por entre las personas, esquivándolas con ligeresa. El mismo mendigo a quien le había dado 20 pesos.

domingo, 19 de octubre de 2008

Iron´s tear

Los privilegiados

Mientras chequeaba mis mail en la notebook, pasaba la gente por la calle y un home less, un "croto" como dice los argentinos, se apoyó en el vidrio del ventanal donde estaba mi mesa. Miraba fijamente mi mesa y no dejaba de sacar los ojos en mis medias lunas. - Lástima que aquí no tengan donas -.
Lo observé durante un par de minutos en su postura casi inmovil. Quería dar lástima.
Llamé al mozo y le pedí que por favor quitara ese hombre de mi vista.
-Disculpe señor, pero no puedo echar alguien que está en la vereda.
-Cómo que no puede? No vé que me incomoda con su presencia?
- Lo entiendo pero no puedo echarlo.
- Esto es inadmisible! My God!

En ese instante pasó un policía y desde mi silla lo llamé con ademanes.
El policía se acercó a mi ventana, justo al lado del "croto".
-Excuse me. Quisiera que saque a este hombre de mi vista.
-Lo molestó, señor?
-Obviamente!
- A ver. Que le pasa hombre?
El mendigo lo miró y enseguida se fue a paso rápido.
-Gracias oficial. Muchas gracias.
- Para servirlo, señor.

En la notebook los índices de la bolsa de N.Y estaban en rojo. Las acciones líderes sufrían caídas del 5 porciento. Miré el Nasdaq y lo mismo ocurría con las compañías informáticas.
Tomé mi celular y llamé al banco de las CAimanes.

- Hello. My number is: 11aq005sr-54
-Yes. Mr. Jack.
-Yes. I want to know my counter?
-Yes. It´s OK.
- Well. I want to transfer all the counter to Argentina.
-Ok, Sr.
- Bank Lloyd. Number: 2215ab55
-Ok. The transfer is complity.
- Thank You.

Ahora tenía cerca mi dinero. Seguramente Gross estará chequeando todos los movimientos en los bancos de EEUU bajo mi nombre. Pobre.Hacía meses que estuve preparando mi golpe. Nada se me escapó.
Qué extraño. No sentí lástima por ese viejo zorro. Mi ex jefe debe estar moviendo cielo y tierra para encontrarme. Poor Gross.

El home less volvió a la ventana. Lo miré fijamente y sutilmente le hice un gesto.
El "croto" me miró extrañado. Llamé nuevamente al mozo y le dí un billete de veinte pesos. El mozo se lo dió al hombre y éste se fue enseguida.